jueves, 11 de noviembre de 2010

Grecia: una aventura en medio de un alfabeto desconocido

Laura Freitas

Dos hechos me dan ganas de viajar: ver películas sobre lugares y escuchar relatos de viajes.

Carolina Vital (la responsable de la identidad visual de nuestra revista) nos contó su lindo y reciente viaje a Grecia, entonces me acordé de que allí, más que una lengua, encontré un alfabeto desconocido.

Su relato me ha despertado las ganas de volver para sentir de nuevo la sensación de no poder escribir ni tampoco leer, como me sucedió hace más de diez años cuando fui a casa de María, en Atenas.

María es brasileña, hija de un griego, el señor Suriadakis, que había vivido por más de treinta años en Brasil, y después de hacerse rico, volvió a Grecia para casar a su hija con un marido griego, al cual se le pagó una voluminosa dote.

María me recogió en el aeropuerto y al día siguiente me llevó a una agencia de turismo, que preparó los itinerarios: La Acrópolis, el Partenón, el Templo de Poseidón, etc.

La tierra de los dioses del Olimpo me daba lecciones de clasicismo y mitología, mientras un tráfico denso y anárquico me volvía loca.

Todos los días, iba con mi cuaderno en las manos donde María había escrito las dos ubicaciones: la de su casa y la de la agencia. Cogía un taxi e iba de la Plaza Amerikis (casa de mi amiga) hasta la Plaza de Sontagua (donde empezaba y terminaba cada itinerario).

Las dos plazas fueron por algún tiempo mis puntos de contacto con el mundo griego.

Claro que pisar la tierra de Zeus era un sueño, mientras que disputar y compartir el taxi - costumbre griega - era difícil, puesto que yo no comprendía nada.

El taxista me conducía a través de los escritos de Maria y por casualidad, me dejaba un poquito lejos de mis puntos de llegada y partida, (¡qué mal!).

Por supuesto, en seguida se produjo el pase mágico y superadas las dificultades, me dediqué a contemplar la belleza y el esplendor que a los griegos y a nosotros turistas siempre nos encantan.

3 comentarios:

  1. Qué buena vida tuvistes allí Laura! :) Yo cogía el metro, oía mucho inglés con acento griego y intentaba memorizar el nombre de las estaciones! Creo que hoy es mucho más fácil que hace diez anõs!

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  2. Sí, más fácil y menos costoso, así que más gente viaja y cambia experiencias. Sin decir que Internet ayuda muchísimo a plantear y a elegir los puntos de interés.
    Viajar siempre vale la pena.

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  3. Hace pocos anõs que Grecia ocupaba un excelente lugar mundial en términos de crecimiento y esperamos que ocurra un énfasis en el desarrollo a nivel local, hay que buscarse un factor clave de crecimiento para el país, lo cual reforzará la competitividad griega a nivel mundial. Grecia es el pais del encanto.

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