miércoles, 2 de diciembre de 2015

Momentos



Por Josemar Veloso Moitinho
 
I – Vivo de pasiones.
Cuando están dormidas me marchito cual flor que ya no quiere seguir encantando.

II – Yo llevo el alma en pena como los artistas,  los poetas y quizá los locos.    Inquietud y desdicha me afloran y casi me ponen enferma. 


       Expresarse a través de las palabras es una dádiva concedida a algunas personas que se sienten incompletas, pendientes de algo... Como dijo Gabriel García Márquez en su discurso de aceptación del premio Nobel 1982 “Ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir”.

III -  He descubierto una nueva pasión. Las palabras brotan de mis pensamientos para mis manos como se fueran libélulas relucientes y coloridas que se quedaron volando en mi mente por mucho tiempo. No sé como pude vivir sin ellas, aprisionándolas en mi pecho....¡Por eso he sufrido tanto! Ahora están por todas partes. Cuando camino por las calles, mirando el mar, observando a las personas en sus individualidades. Hay tantas cosas para decir que no sé cómo voy a convivir con esa fiebre que me quema los dedos. Pues,¡ya está! Quiero acogerla y agradarla! ¡Escribir me encanta!
   

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